En este tiempo en el que volvemos a pasar por el corazón los hitos que transitamos durante el año, hacemos llegar un saludo cercano y el deseo de que tengan una ¡Feliz Navidad! Dejando que el niño Jesús que nace frágil, en un pesebre, nos renueve de aliento y esperanza, para más amar y servir en los lugares en donde nos desempeñamos.
A pesar de haber sido un año difícil estamos muy agradecidos por las instancias de encuentro en las que nos hicimos partícipes a pesar de la distancia, entre la comunidad nacional y en las movilizaciones que surgieron del Rincón de Todos. Esperamos que el 2021 nos encuentre más integrados como cuerpo laico, apostólico e ignaciano.