Mi experiencia en el taller de discernimiento fue muy positiva. La verdad que, si bien fueron semanas intensas, estas estuvieron llenas de aprendizajes, reflexiones y momentos de oración muy lindos.
En el taller pude conocerme mucho más a mí misma, entender cómo tomo mis decisiones más chiquitas y cotidianas para así poder aprender qué emociones y pensamientos tengo antes de tomarlas, qué hago con ellos en mi interior -antes de tomar una decisión- y en el exterior -actuar o no según lo decidido-. Poder analizar esto, me permitió luego tener un mayor conocimiento de mi misma a la hora de analizar cómo tomo decisiones más importantes y como insumo mientras continuaba tomando decisiones a lo largo y luego del taller.
Este esquema de análisis sentimientos-intelecto-voluntad, me fue muy útil para después ver qué rumbos iba tomando mi vida en las distintas áreas en que me desarrollo como persona -estudios, trabajo, vínculos, voluntariado, etc- y tener una mayor conciencia de si estos rumbos coincidían o no con lo que yo quería.
Luego de este camino de autoconocimiento, fue que se involucró la dimensión espiritual en este análisis. Para eso, utilizamos el testimonio de Ignacio para poder identificar qué son las mociones, la consolación y desolación, reconocer estos puntos en la vida personal y práctica, para finalmente entender qué debemos hacer con lo que pudimos identificar.
Por último, el taller terminó con un bloque en el que pudimos conversar cómo poner en juego todo lo aprendido y análisis realizados para la toma de decisiones.
El taller me ayudó a poder entender mejor muchos de los conceptos que planteaba Ignacio en los ejercicios de forma “teórica”, para poder verlos reflejados más fácilmente en mí vida, es decir, en la práctica. Fue un espacio donde pude conocerme más, aprender sobre cómo tomo decisiones y cómo me relaciono con los demás.
Las tareas semanales fueron claves en este proceso. Me ayudaron a poder vivenciar y mirar en la práctica y en situaciones concretas todo lo que iba aprendiendo, así como también fue una muy linda oportunidad para conocerme más.
Realmente recomendaría vivir la experiencia del taller, recalcando mucho la importancia de las tareas semanales para poder realmente obtener frutos de los temas trabajados.
Victoria Janzis (de Vicky y Santi)