Arrancamos el 2021 con muchas ganas, veníamos con mucho “extrañe” acumulado. Además, dimos la bienvenida a toda una banda de nuevos rostros, nuevas historias, a quienes querer con toda el alma. Fue así que llegaron: Paulita, Candela, Diana, Guille, Ian, Tahyara, Thiziana, Morena, Xyomara, Dylan, Martina, Ezequiel y Maycol… una banda de nombres lindos y nuevos, a renovar la plantilla. Nos hemos divertido un montón, esos primeros días fueron de mutuo descubrimiento, y de una excelente adaptación a la propuesta del Rincón. De conocer a familias que ya comenzaron a participar, a acompañarse entre ellas y a dejarse acompañar por nosotros.
Y después… de nuevo la pandemia, para alejarnos nuevamente, planteando el desafío ya conocido del “estar desde otro lado”. Fue así que nuevamente surgieron las ideas, desde las más prácticas a las más locas: distribución de viandas para asegurar la alimentación de los niños que las necesitaran, la creación de un cuadernillo de tareas para todos los niveles, para que pudieran seguir aprendiendo y diviertiéndose desde casa, una bolsa con diferentes actividades: manualidades (elementos para fabricar un amansalocos), tangam, Mikado, porotos para contar (con diferentes colores según valor), librillo de mandalas para pintar, masa para modelar, dominó de cuentas y de formas, y un libro. Por supuesto todo esto acompañado de un librito con un montón de ideas, sugerencias, etc., de qué hacer con cada juego o material. No podían faltar las videollamadas de los educadores para brindar un acompañamiento en las tareas de la escuela para aquellos que cuentan con los medios, y de la juntada vía Zoom todos los viernes, con alguna propuesta divertida, que nos permite vernos y oírnos, jugar juntos desde la distancia sin sentirnos tan lejos.
Muchas de las familias de nuestros niños no cuentan con conexión a internet, e incluso algunas no tienen dispositivos para conectarse. A eso se le suma que las situaciones familiares muchas veces no son las mejores para poder generar espacios de estudio o escucha, por lo que comenzamos una propuesta de trabajo presencial uno a uno, es decir, un niño – un educador, de una hora presencial en Rincón, acompañando tareas atrasadas y aprovechando para charlar de todo un poco. Esto nos ha regalado la oportunidad de tener una comunicación fluida con todas las familias de nuestros niños, y conocer sus situaciones, desafiándonos a responder ante los emergentes y necesidades que nos plantean; compartir alegrías, tristezas, nuevos rumbos…
¡El Rincón no para!
